“No quiero estar en el mismo saco con purto”

En nuestro país hablar de alta montaña y de Claudio Lucero es la misma cosa. Es innumerable la cantidad de andinistas de renombre que ha formado y esculpido a lo largo de su trayectoria como profesor e instructor. De ellos destaca uno en especial. Alumno aventajado que se inició en la alta montaña bajo las órdenes del gran maestro, pero que con el correr del tiempo abandonó la cuerda guía tendida por Lucero y tomó su propia ruta en el ascenso a la cumbre del éxito. Es Mauricio Purto.


“Lo formé y luego lo expulsé de la rama de andinismo de la Universidad Católica por carajo y mentiroso. Qué pena que ustedes me pongan en el mismo saco con él... Es un bastardo, un ladrón, y díganle que yo lo dije. Sinceramente no me gustaría estar en la misma canasta con el señor Purto”, refiriéndose agriamente a su ex discípulo.

“Cuando organicé la primera expedición a los Himalaya, Purto habló con el Rector de la universidad para que yo no llevara a Marambio (en esos días, mejor amigo de Purto). Él decía: ‘Es un mal médico. Todo lo que sabe se lo soplé en las pruebas’. En la dirección le dijeron que era el técnico quien seleccionaba la gente”.

De alguna forma quisimos conocer a los precursores de los grandes ascensos nacionales y luego a las dos vertientes que se originaron en el andinismo chileno...


“No, no, no justifiquen (interrumpe). Yo entiendo. Siento mucho que me pongan en la misma bolsa con ese mal nacido. Si es posible les rogaría que no me pusieran junto a él en su reportaje. Hay otros escaladores. Yo no puedo estar bajo el mismo techo con el señor Purto, porque es un drogadicto, un desprestigio y una vergüenza para el montañismo. No fui al Comité Olímpico de Chile cuando premiaron a ambas expediciones porque no quise estar en el mismo lugar con ese señor. Nos ha hecho mucho daño. Ha puesto en El Mercurio muchas calumnias”.

“Al enviado especial de El Mercurio a Nepal, Felipe Edwards, Purto le dijo: ‘La ruta lógica triunfó. Llegué al Everest’, pero no le dijo que había sido después de la expedición de la Universidad Católica. Así es de mala clase. El Mercurio tuvo que reconocer que se había equivocado. Que la información era falsa y que era una mentira”.

“Todos saben que fue alumno mío. Era un guatón talentoso que nunca había hecho deporte. Hay criminales que son talentosos para matar. En este país algunos ocuparon toda su inteligencia para torturar. Es un don que también se puede ocupar en cosas negativas. Eso es lo que ha hecho el señor Purto”.

7 comentarios:

chapi dijo...

Cuando vas a publicar los casettes Erasmo?

Anónimo dijo...

Cuanto odio en las palabras de un "supuesto" maestro......

Anónimo dijo...

pateticooo lucero pateticoo
no opines de lo que no sabess

Unknown dijo...

Hey!!!
hago una invitacion abierta a ocupar el criterio para darse cuenta que el creador de este blogg carece de toda credibilidad y no es mas que un ocioso de la internet.
No podemos ni debemos creer las aberraciones que publica este supuesto periodista ya que aqui se ve un notorio ensañamiento contra un individuo.
No es mi animo ofender pero claramente estamos frente a un cuentista embustero y falaz que amenzo hace casi 2 años con grabaciones que nunca publico.
Solo me queda insistir en mi invitacion para todos los bloggers y visitantes anonimos a ocupar la razon y no la pasion para calificar los comentarios de este usuario (entiendase Erasmo)con la vara de charlataneria.
Por ultimo solo espero que no se le devuelva la mano por que a diferencia de el no soy un malintencionado.

Vasco A. dijo...

Don Chucky....
todos los que de alguna manera estamos en el ambiente montañero, sabemos que Lucero es así....

De luces y sombras..

Carlos dijo...

Este personaje Lucero, es una vergüenza para Chile,pobre tipo,no vale nada,se permitió hablar del Milagro de los Andes vivido por los jóvenes rugbistas uruguayos ,hablando estupideces
La falta de oxígeno dañó el poco cerebro que tenia
Existe todavía este tipo?

Anónimo dijo...

A quién creerle, Lucero o Purto? Ambos se han descalificado, uno es bombero y el otro médico. Tal vez ambos son excelentes personas, pero se odian a muerte.